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Ventayol, Juan
Nació en Montevideo (Uruguay) el 15 de noviembre de 1915.
Trabajó en el diario “El Debate” donde fue compañero de Zoma Baitler, quien lo impulsó a ingresar al Círculo de Bellas Artes donde realiza sus estudios desde los años 1933 a 1938.
Es fundador de los Grupos Artísticos “Paul Cezanne” y “Carlos Federico Sáez” 1938 y 1950 respectivamente y de la Revista de Arte “Perseo” año 1938.
De frágil salud, tuvo largos períodos sin pintar, y buena parte de su obra está atravesada por dos circunstancias. Una, el hecho de trabajar desde niño como vendedor de flores en el cementerio proyectó una dimensión de sombrío desamparo a sus composiciones, al elegir una paleta terrosa, de oprimentes grises. Por otro, las intervenciones quirúrgicas dejaron la huella en la trabajada superficie de sus telas, pobladas de rayaduras e incisiones.
De sus principios como retratista, Ventayol fue orientándose hacia un lenguaje acorde con la estética vanguardista que, a fines del cincuenta y principios del sesenta se identificó con el informalismo. Plegado de esta tendencia emergente en Uruguay, incorpora sobre sus superficies plásticas un fuerte volumen matérico en los que emergen signos esgrafiados.
Premios obtenidos:
1938- Premio Adquisición, Museo Nacional Juan M. Blanes (Uruguay).
1938- Premio Adquisición, Museo Nacional Juan M. Blanes (Uruguay).
1940- Mención y Diploma Medalla de Bronce, Salón Municipal (Uruguay).
1940- Premio Adquisición, Salón Municipal (Uruguay).
1941- Mención Especial, Medalla de Bronce, Salón Municipal (Uruguay).
1943- Gran Premio al Retrato, Medalla de oro, Salón Nacional (Uruguay).
1945- Caja Nacional de Ahorro Postal, Medalla de Bronce Salón Nacional (Uruguay).
1949- Mención Especial, Medalla de Bronce, Salón Nacional (Uruguay).
1950- Premio Tabacalera Uruguaya, Medalla de Bronce, Salón Nacional (Uruguay).
1958- Segundo Premio, Medalla de Plata, Salón Nacional de Bellas Artes (Uruguay).
1960- Premio Adquisición, Salón Municipal (Uruguay).
1961- Premio Wolf, al mejor pintor de América Latina (Bienal de San Pablo, Brasil).
1961-Premio Cámara de Representantes, Medalla de Bronce, Salón Nacional (Uruguay).
1961- Premio Adquisición, Salón Municipal (Uruguay).
1962- Primer Premio, Medalla de Oro, Salón Municipal (Uruguay).
1962- Adquisición, Consejo Departamental de Montevideo (Uruguay).
1963- Premio Adquisición, I Salón de Pintura Moderna General Electric (Uruguay).
1964- Mención Especial, Concurso de Homenaje a Artigas (Uruguay).
1965- Gran Premio, Medalla de Oro, Salón Nacional (Uruguay).
Certámenes Internacionales:
1950- Primera Bienal de San Pablo (Brasil).
1958- Primera Bienal de Pintura de México (México).
1958- I Salón Panamericano de Arte de Río Grande do Sul (Brasil).
1959- I Salón Internacional de Punta del Este (Uruguay).
1960- Segunda Bienal Internacional de Pintura de México (México).
1961- Exposición Internacional (CIES) Punta del Este (Uruguay).
1961- VI Bienal de Arte Moderno de San Pablo (Brasil).
1962- XXXI Bienal de Venecia, único pintor uruguayo (Venecia, Italia).
1962- I Bienal Americana de Arte Moderno de Córdoba (Argentina).
1962- Arte Americano de Hoy (Bogotá, Colombia).
1963- Festival de Espoleto (Italia).
1963- Bienal de San Marino (Italia).
1963- Arte Americano, Instituto de Arte Contemporáneo IAC (Lima, Perú).
1963- Seleccionado por el Museo de Arte Moderno (San Pablo, Brasil).
1963- Certamen Panamericano (Colombia).
1964- Segunda Bienal de Arte Americano (Córdoba, Argentina).
1966- Primer Festival de Arte (Venezuela).
Exposiciones:
1937- Individual en el Círculo de Bellas Artes (Uruguay).
1938- Individual en “Amigos del Arte” (Uruguay).
1939- Asociación Cristiana de Jóvenes (Uruguay).
1939- Centro Democrático Lavalleja y Biblioteca Popular “Artigas” (Uruguay).
1948- Individual en “Amigos del Arte” (Uruguay).
1950- Amigos del Arte (Uruguay).
1959- Liga de Fomento de Punta del Este (Uruguay).
1960- Individual en Galería Río de la Plata (Uruguay).
1960- 14 Artistas del Uruguay, Museo de Arte Moderno de San Pablo (Brasil).
1961- Asociación Cristiana de Jóvenes (Uruguay).
1961- Individual en Galería Río de la Plata (Uruguay).
1961- Individual en Galería Bandi Binder (Punta del Este, Uruguay).
1962- Individual en Galería Río de la Plata (Uruguay).
1963- Individual en Galería Río de la Plata (Uruguay).
1964- Instituto General Electric (Uruguay).
1964- Individual en Palacio de las Exposiciones (Roma, Italia).
1965- Salón de Primavera de Regio, Teatro Comunale (Calabria, Italia).
1965- Círculo de Bellas Artes (Uruguay).
1965- Individual en Estudio 2 (Santos, Brasil).
1965- Individual en el Centro de Promoción Cultural (Uruguay).
1966- Escuela Laffone (Punta del Este, Uruguay).
1966- Individual en Amigos del Arte (Uruguay).
1966- Pintura de Hoy, Departamento Cultural del Banco La Caja Obrera (Uruguay).
1966- Exposición del Retrato “De Blanes a nuestros días”, Museo Nacional de Bellas Artes (Uruguay).
1966- Individual en el Museo de Arte de Río Grande do Sul (Porto Alegre, Brasil).
1967- Grupo 006 Escuela Laffone de Punta del Este (Uruguay).
1967- Individual en el Museo de Arte Contemporáneo, Universidad de San Pablo (Brasil).
1967- Individual en Galería Bonino (Río de Janeiro, Brasil).
1967- Cien Años de Pintura Uruguaya (Minneapolis, Washington D.C., New York; USA).
1970- Galería Moretti (Uruguay).
1971- Galería Moretti (Uruguay).
Fallece en Montevideo (Uruguay) el 11 de octubre de 1971 a los 55 años.
Sus obras figuran en el Museo Nacional de Bellas Artes y en el Museo Municipal Juan Manuel Blanes de Montevideo; Museo de la Ciudad de Salto (Uruguay); Museo de Arte Moderno de Santiago de Chile (Chile); Museo de Arte Moderno de Caracas (Venezuela); Museo de la Ciudad de Montevideo, en el Estado de Minnesota (USA); Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de San Pablo (Brasil), “Místico NP” 1961, Premio “Wolf” para el mejor artista latinoamericano en la VI Bienal de San Pablo (Brasil), y “Arcón Real” en 1966; también en colecciones particulares de Uruguay, Italia, USA, Brasil, Venezuela, Suecia, Bélgica, Holanda, Francia, Perú y Argentina.
Bibliografía:
“Las Artes Plásticas en el Uruguay” (desde la época indígena a nuestros días) de José P. Argul.
“Panorama de la Pintura Uruguaya”, de Fernando García Esteban.
"En el Ámbito de la Gran Pintura: Juan Ventayol", por Fernando García Esteban.
La exposición de las últimas obras de Juan Ventayol inaugurada días pasados en la Galería Río de la Plata, debe señalarse con trazo grueso en el calendario de las actividades plásticas nacionales. En estos años la pintura de Ventayol había integrado muestras colectivas, incluyendo salones; se había señalado con vigor imperativo en un nivel muy sólido de la concepción más juvenio, o, como todavía sigue llamándose, de avanzada. Esto es: en el camino de la creación viva. No se trató de experiencias, sino de hitos concretos, demostrativos de una periodicidad ascendente, afirmativa; de la ejemplaridad de un proceso firme por la profundización sin estridencias del concepto y por la más amplia soltura del lenguaje acorde con ese propósito. La serie exhibida es la mejor demostración de todo ello. Al reunir esas pinturas, que fecha en pocos meses cercanos, está definiéndose por todo lo ato. Frente al muy reciente episodio del Nacional, donde se le escatimó el Gran Premio, se emplaza la exposición presente que es la demostración palmaria sobre el alcance de aquella torpeza del juicio o del prejuicio.
Si las exhibiciones parciales y esporádicas a que aludo daban bases para la estimación positiva de su obra, esta muestra actual impone, por pura presencia, sin que se necesite clima favorable a su alrededor, la seria magnitud valorativa del pintor. El año sigue siendo pródigo en esta afirmación, que no consiste sólo en acumular pruebas que confirman la existencia, en el medio, de artistas para los cuales la responsabilidad de crear es algo más que la respuesta a un compromiso a alguna tentativa de jerarquización personal; se trata de verdaderos aportes para otra afirmación más general: la de la calificación destacada de nuestra plástica, o de esa parte de nuestra plástica que puede parangonarse sin desmedro con la parte de la plástica universal que va integrando la historia contemporánea. Las estadísticas pueden decir otra cosa; pueden decir que el papel desempeñado por las representeaciones oficiales del arte moderno uruguayo en las competencias de carácter mundial no parecen justificar la concreción de juicio tan arriesgado. Y no se trata de nombres; que algunos de los mejores fueron algunas veces al extranjero. Pero no quiero volver sobre el tema que ya traté innúmeras veces. Tampoco debe tacharse a todo lo afirmado, de aspecto de un enfoque nacionalista del problema. Si algo bueno nos queda en este país que va perdiendo virtudes, es el poco peso de ese sentimiento como actitud previa a la calificación. Para esto basta con cualquier observación depurada de lo que pasa. El juicio también lo formulan los extranjeros que nos visitan o los que se enteran por alguna documentación basada en la elección cuidada. Baste imaginar lo que podría significar, en cualquier Bienal, la instalación de una sala que atienda menos al muestrario contemplativo de vanidades presuntas o efectivas y se defina con algun autor de estos -y no son pocos, al fin, teniendo en cuenta la parquedad ambiente y generalizada en tal sentido-.
Algo más va cambiando en el país, y demuestra que no siempre los tiempos pasados fueron mejores. Antes se trabajaba o se mostraba menos o se era más conformista. Ahora la inquietud avanza y se afirma por los hechos. Ya puede asegurarse que el balance de este año -aparte del batiburrillo armado alrededor de las escisiones de grupos o personas, que no parecen ser al fin y contra lo esperado, tan negativas- tendrá un haber abultado en el rubro de la calidad.
Resuelta la total ruptura con la tradición renacentista en pintura y en ese proceso los pre-rafaelistas cuentan menos que Dadá- la plástica contemporánea abreva, para su mejor definición, en la sana y siempre fresca corriente expresiva del primitivo o del artista oriental-. Los fauves y los cubistas apenas entrevieron el alcance de esa hazaña que ellos propusieron como tal en la medida que el proceso histórico obligado se lo permitió. la adhesión lisa y llana, el gran desplante, tiene pocos años de existencia. Y mucho de exceso todavía.
Es a esa línea arcaísta en el nivel de su mejor pureza -que entronca Ventayol-. No se adscribe por imitación o por remedo. La ha hecho naturalmente suya; o sea: la ha incluído como fatalidad de un individuo contemporáneo, con el fortalecimiento que para la empresa le permite la conciencia de una cultura ampliamente desarrollada y que, sin vacilar, integra su formación personal. No desdeña, por simple presupuesto, todo lo que una tradición válida entrega para la mejor solidez formal de su definición de lenguaje y de la confirmación del concepto.
Cuando pega las telas a su tela, ya sabe que el "collage" a la vieja manera imitativa demostró acabadamente sus limitaciones. Incorpora una textura nueva; precisa una alteración de los planos; confirma un acento; el agregado no es tal, sino parte de la unidad buscada por las calidades táctiles. Tampoco lo oculta con pintura; lo hace participar de la pintura. De igual manera, acaece el frotado de color sobre los planos, la utilización de la arena para endurecer una superficie o la abundante materia aplicada, establecida con claro sentido jerárquico, con la pura presencia del rojo o el amarillo henchidos en el trazo o la mancha, o su trabajosa -dolorosa- evidencia en la vibrante vitalidad del empaste donde la separeción del color se fija por la propia dinámica de su lento pero voluntario surgir de los fondos.
En algunos casos la forma se precisa, pero en los mejores ejemplos la confirmación es de la materia: y en tanto que ésta se hace más imperativa, más sensorial, la imagen se evade, se evapora. La hazaña es hacerle perder evidencia como imagen, constituirse en apoyo de la imaginación; carecer de firmeza por transcripción, pero no desnutrirse nunca de sustancia propia. Es un increíble re-gusto en la materia por el modo como la más escueta alusión al objeto, se configura. Por eso es que Ventayol no sirve a una corriente: la utiliza. Los aportes del informalismo le permiten establecer la ordenación del cuadro en la mejor y más coherente tradición, en la más franca tendencia de nuestra pintura que, con pocas excepciones no se apartó demasiado de la estructura.
Fernando García Esteban (Semanario "Marcha", 1960).